Saber solamente sentir, es ignorar el mundo.
martes, 2 de abril de 2013
Hombre.
Como el alcohol, los sentimientos, me hacían dar tumbos la cabeza hasta querer dormir, o vomitar, no se que era peor, si el sueño: un mundo en el que te dan deseos perecederos, te ponen en la palma de la mano tus cumbres, grandiosas y bellas, y te las arrebatan entre pitidos de tecnología y absurda rutina. O simplemente un Pequeño, efímero y realista dolor de jugos gástricos en la garganta. Si ya no se, cada vez me enfrasco más y más mientras mis metas huyen de mi cabeza como hipsipila escapando de lo que le dio la vida. !Hay está! Lo que te dio la vida, ¿utópico verdad? Amar, a lo que sin que lo hagas te ama, besar, a lo que sin labios te besa, perdonar, a quien sin un mero reproche, te recoge tus <lo siento>. Así rasgando el vientre de tu madre, con excusas de tu vida, te salvas. Ay... el hombre, que bello ser y que cruel en sus regocijos, que hermosa su frialdad y su compasión, que extraordinario elemento de la naturaleza, que insignificante hijo del mundo, y que narciso el que cuelga de su cepa.
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