Saber solamente sentir, es ignorar el mundo.

miércoles, 26 de junio de 2013

Prisión de ensueño.

Cogí esta pluma, para hacer brotar mis versos como espuma,
y con rapidez suma, darte besos en la nuca,
para recitarte a media voz, los versos de Neruda.

Y en ese rojo ardiente que recogí de tu dulzura,
cuyo calor inminente, derretía la figura de mi vela,
desprendía libertad como los versos de Espronceda.

Y sellando con amor tus labios de seda, blandía la espada,
para recuperar, si quieres, su corazón, el que tu tienes.
Y dejarte pura, desnuda toda como poesía de Juan Ramón Jiménez.

Mas me quedé sola, como tantas otras veces,
atada a mi tintero, con esposas y grilletes,
hasta convertirme en lírica, cual musa de Becquer.

Y derretir el tiempo, en la pintura a veces,
y si soñar puedo, con un gran galeón,
hacer reales mis sueños en  la prosa de Bretón.

Al gritar himnos de gloría a un dios blasfemo,
se barrió, mi cordura hasta el vertedero,
para besar la locura con Leopoldo María Panero.

A Isma, con amor.

domingo, 16 de junio de 2013

Amado mio...

"Me recoge tu llanto, amado mío, se que esperas, angustiado volver a verme."
Y qué voy yo a hacer si esto ya es por sí sólo pura calumnia y tus palabras, desde el ardor de otra hoguera, aún desde lejos, me queman, mas no te preocupes, a esta dama ya nada la mata pues ya estoy muerta. Nada me evoca, tan solo mi regreso, mas se que está lejos, demasiado lejos... seguiré, en esta jaula encerrada, prisionera de esta cueva a la que ordinariamente llaman mundo.

Querido, no sé si el radiante sol sigue saliendo cada mañana a darte un beso de mi parte, o si la luna satisface tus deseos en la noche, mas solo puedo soñar con el hecho de que aguardes mi venida, aunque cínicas palabras son las que vienen a mi mente, perdóname.
En esta historia, de libros miles y ninguno escrito, ya vivaz y cansada florece de mis dedos y yace tierna en tu mente, pues solo puedo contarte una vida entre millones que un día fueron, y no dejarán de ser, parte de una sola, y que no serán jamás, jamás más que un destello en la penumbra o una sombra en la mañana, jamás más que un mendigo o una sucia fulana. Pues despojan de sus madres a los hijos y la distancia se mide en rodajas de pan, solo veo, lo que a mis pies tengo, sufrimiento, horror y muerte, esfuerzos en vano.

Hoy, entre el olor del pescado crudo y la sangre reseca de la acera, me encontré con una dulce caperuzza en una calle sin salida, sus pies manchaban el barro, su vestido cían rozaba los charcos con sus flecos, carbón en la cara y el azul y verde del mar en sus ojos, recubiertos por sus oscuros cabellos de seda, su mirada en el mar profundo hundida, se sumían aun más entre sus lágrimas por un nonato de su madre dormido, en su pelo negro, que le recubría cara y manos, sus heridas de dura enseñanza en cuello y brazos. "Pequeña, tanto que con sus males este mundo te arremetió, con su dura cepa te golpeó, y el narcisismo no le deja ver en ti sus desgracias". Acuosos ojos de miedo, clavaban en mi, un terror tan profundo a seguir andando. Sin aviso, se desplomaba en el suelo aquella infante criatura, en mis brazos la cogí, en el suelo rendida manchándose de nieve y de polvo, entreabría los ojos a duras penas y sus pupilas dilatadas intentaban dar con un atisbo de amor, se agarró débilmente de mi manga grasienta, mas sus frágiles manos no pudieron aguantar, con aquel último aliento que en ella exhalaba.

martes, 2 de abril de 2013

Rombos.

Ella esperaba en el balcón mirando la ciudad que se perdía al alcance de su vista. Las luces se difuminaban ante el humo de su cigarrillo, olía a tabaco y alcohol y a un intento desesperado de recordar cuál era su sueño antes de llegar allí, en aquella habitación de mala muerte, en un barrio tan apartado de la civilización, la sociedad, el respeto, o el afecto, donde solo conocía al cartero. Un chico corría con un bolso en la mano, mientras otros dos se pasaban polvos mágicos en el callejón de enfrente. Sirenas que cantaban a lo lejos, gritos que se desvanecían en la noche.... El primer aire frío del otoño le ponía los pelos de punta, y se abrazaba a sí misma para calentarse. Echó una mirada indiscreta a la luna y débilmente sonrió, aun sabiendo todo lo que dejó atrás.

Él abrió la puerta, dejó las llaves en la mesilla de la entrada y se quitó el chaleco; en la cocina, se echó un chorro de café en el vaso, y de un trago se lo terminó. Había polvo en la mesa, y hierba en el salón, pero solo la botella de whisky despertó su interés. La agarró por el cuello y se la llevó a los labios, y al llegar a la habitación la vio ahí, tan preciosa para él como el primer día. Su pelo moreno y largo se confundía con sus curvas redondeadas; era su Afrodita, y como en un cuadro de Botticelli su cadera seguía el ritmo sutil y perfecto del resto de su cuerpo, tan delicada, tan firme… La abrazó por la cintura, le dedicó su suave aliento en la nuca, junto al susurro de un "princesa". Ella se dio la vuelta y le miró, clavándole los ojos marrones que hacía dos años le miraban con la misma pasión que ahora, y que hacían que los suyos brillaran como las estrellas. Los problemas de su cabeza se esfumaban al tocar su cabello y notar como él la apretaba contra la pared mientras sus pechos se hundían en él.
Se miraron con un amor que traspasaba como una flecha sus almas mientras se besaban con ternura. Él la empujó aún más contra la pared y la levantó agarrándola por el culo hasta unir cintura con cintura; ella le abrazaba con las piernas y atenazaba su cadera, hasta notar como la apretaba. La lanzó consigo hacia la cama donde se tumbaron en la misma posición, mientras seguían besándose cada vez con más ansia. Él recorría desde su dorsal hasta sus muslos todo su cuerpo con los dedos mientras ella, siguiendo este ritmo, movía su vientre como las ondas del agua, y al tocar el muslo con la yema de sus dedos él subió y le bajó despacio el pantalón mientras besaba cada parte del cuerpo que ella tenía al descubierto. Le dejó aquellas bragas con encaje que tanto le gustaban y subió hasta sus labios otra vez mientras sus dos dedos la tocaban por encima del encaje con fiereza; ella cerró los ojos con el primer roce, y al abrirlos pasó sus manos por la espalda de él, quitándole la camiseta cuando llegó abajo. Le besó el pelo, él le recorría la espalda y los hombros y bajaba hasta tocar su cuello. Mientras él no dejaba de tocarla, ella le agarraba la espalda, con fuerza, cada vez que el apretaba sus dos dedos contra sus partes haciéndola suspirar.

Él paró, la levantó hasta sentarla y la quitó la camiseta para ver el juego que hacia su sujetador con la parte de abajo, un precioso sujetador negro de encaje que quedaba en perfecta armonía con su piel blanca y el pelo moreno que caía en sus pechos. Se desabrochó el cinturón dejando respirar al paquete que ya le apretaba el vaquero, y ella le terminó de desabrochar y le agarró con fuerza mientras él se calentaba y metía su mano por debajo de las bragas de ella. Cuando metió un dedo, ella apretó, lo que le hizo levantarse y quitarse el pantalón mientras ella se ponía de rodillas abriendo las piernas tanto que podía tocar con sus pares la cama. A él cada vez le abultaban más los bóxers, y aunque los dos pensaban que sobraba, prefirieron seguir caldeando el ambiente.

Ella se acercó a él, todavía arrodillada, y le empezó a besar debajo del ombligo mientras le bajaba los bóxers. Sabiendo lo que iba a pasar, él la agarraba por cabeza y la acariciaba el pelo; ella se la sujetó con fuerza y le miró con esa cara que solo ella sabía poner, haciéndole morderse el labio. Acercó su cabeza a él y se metió su miembro en la boca mientras la acariciaba y jugaba con la lengua en su punta. Se la metió entera en la boca y meneaba la cabeza cada vez mas rápido mientras él tenía una expresión cada vez más lasciva en la mirada. Cuando él estaba a punto de correrse, ella se la sacó y le acarició con la punta de la lengua el frenillo, causándole un placer que apenas podía soportar. Ella lo sabía y le gustaba, le hacía sentirse más poderosa en la cama. Él, sin poder contenerlo más, se corrió en la rojez de sus labios; ella lo saboreó con incesante lujuria y tragó. Entonces él se quitó los bóxers de los tobillos y la arrojó a ella al cabecero de la cama, se tumbó encima y la tocó como quien toca una guitarra, bajando hasta quitarle las bragas. Con un rápido y fuerte movimiento de manos le abrió las piernas y acaricio sus muslos hasta llegar al agujero por el que introdujo un dedo mientras no dejaba de acariciarle con otro de la misma mano el clítoris. La miraba a los ojos mientras ella suspiraba con pequeños y jadeantes gemidos de pasión. Se acercó, y sin dejar de llevar el ritmo de los dedos que se introducían cada vez más fuerte en ella, le empezó a lamer los labios y después arriba, mientras ella sin poder evitarlo cerraba sus paredes y él lo evitaba metiéndole ahora dos dedos y empujando con fuerza. Siguió hasta que ella le agarró del pelo sin aguantar más y gimió; antes de que ella se corriera, él paró y desabrochó el sujetador. Sus pechos parecían dos apetecibles manzanas, y empezó a lamerle los pezones mientras ella, sin poder aguantarlo se tocaba. Él se acerco a su cara y la miró, y entonces la besó con ese amor que solo él la daba. Agarrándose su miembro con la mano, la penetró suavemente hasta el fondo mientras observaba como sus ojos se cerraban y su boca se abría en un pequeño gemido, él siguió, cada vez más fuerte, hasta que ella le agarró por la espalda y desde los hombros le arañó con soberana lascivia toda la dorsal. Al llegar abajo empezó a gemir mientras aclamaba su nombre. Se le encendieron los ojos como a una pantera y se la sacó, le dio a él media vuelta y lo tumbó, sentándose encima y restregando su cuerpo contra el de él. Se la metió como un animal salvaje y empezó a botar sin previo aviso. Él, mientras, le agarraba los pechos, y disfrutaba su suerte, empujándola a ratos hacia arriba, y ella gemía y seguía aún más fuerte con el ansia de dominarle.

Y así entre postura y postura aquello se convirtió en una batalla infinita por el poder del otro. Ella se movía como una fiera fuera cual fuera la posición en que él la pusiese, y él era el rey de la cama aunque ella se negara, porque en el fondo eso la excitaba. Ella subió las piernas a sus hombros, él la levantaba y la ponía contra la pared mientras la empujaba más fuerte, sin saber cuantas veces se habría corrido desde que empezaron, pues no podían parar. Las gotas de sudor corrían por sus cuerpos: las de ella caían encima de él, las de él se deslizaban por los pechos de ella… Se perdía la mirada entre sus cuerpos, que ya no se distinguían el uno del otro, y sus cabellos se mojaban con el sudor de sus frentes, ella gemía placeres, mientras él la empotraba contra el marco de la cabecera de la cama y la levantaba con cada empujón.

Y cuando ya no supieron que más hacer, y por un ápice de segundo se sintieron saciados, él la abrazo y la tumbó a su lado. Entonces la tapó con sus manos y se miraron. Ella suspiró. Ninguno de los dos dijo nada, y ella al cabo de un tiempo, casi eterno, dijo:

– Buenos días, mi amor, ¿qué tal en el trabajo?
Él sonrió, la besó, y respondió:
– Como siempre.
Entonces los dos se volvieron a besar, y se quedaron dormidos después de un último te amo.

La esperanza de Selene.

Corro entre sequitos de tinta negra buscando mi fría soledad,
 arruinando el lento paso de la arena para ante mi muerte despertar,
escalofrios  de ternura que no adornan mi pobre alma rota,
 sofocada y consumida por el triste paso del invierno,
 paso mis noches admirando el hervor de un sufrimiento eterno,
 anhelando el llanto, ese dolor que desgarra mis pupilas,
 sentir como quema la sangre en mis labios desbordando la herida hacía mi vientre,
 reduciendo a cenizas aquello en lo que Selene su pecado vierte.

Hombre.

Como el alcohol, los sentimientos, me hacían dar tumbos la cabeza hasta querer dormir, o vomitar, no se que era peor, si el sueño: un mundo en el que te dan deseos perecederos, te ponen en la palma de la mano tus cumbres, grandiosas y bellas, y te las arrebatan entre pitidos de tecnología y absurda rutina. O simplemente un Pequeño, efímero y realista dolor de jugos gástricos en la garganta. Si ya no se, cada vez me enfrasco más y más mientras mis metas huyen de  mi cabeza como hipsipila escapando de lo que le dio la vida. !Hay está! Lo que te dio la vida,  ¿utópico verdad? Amar, a lo que sin que lo hagas te ama, besar, a lo que sin labios te besa, perdonar, a quien sin un mero reproche, te recoge tus <lo siento>. Así rasgando el vientre de tu madre, con excusas de tu vida, te salvas. Ay... el hombre, que bello ser y que cruel en sus regocijos, que hermosa su frialdad y su compasión, que extraordinario elemento de la naturaleza, que insignificante hijo del mundo, y que narciso el que cuelga de su cepa.

domingo, 6 de enero de 2013

Giudizzio


Fría impotencia, cálida demencia, ver como sopla el tiempo, y arrastra con sigo mi sueño mas perfecto, fue ver lo que creímos que nos iba a sostener, fue tener cuando tuvimos algo que entender, no importa que te arrastres suplicando su clemencia, el verdugo tiene el hacha y tu hecha la sentencia, atada con cadenas en medio del abismo  la herida no acaba con tu vida, palpita el dolor, mana sangre de tus besos, nadie acude, nadie escucha, todos callan...pasas años empapada en una intensa soledad de sentir que todos se abstienen de tenerte que ayudar, tus dedos son tus pies pues no puedes caminar, tus ojos ya no miran
las lagrimas borraron de ellos tus pupilas, tiñeron de negro sangre las cuencas de tus ojos, ya solo queda suplicar a la nada que te arranque las cadenas, y te devuelva las alas.

Neira.

Cada vez que la recuerdo, tan hermosa, mi musa mi princesa,su sonrisa se ceñía suavemente al manto de las estrellas, su cuerpo era como si quisieras personificar la seda, tan suave, tan nítida  Era tan dulce era un trocito de chocolate fundiéndose entre las sabanas, su figura se estiraba suavemente entre las almohadas, su mano derecha puesta suavemente sobre su cadera como si quisiera darle mas importancia a algo tan perfecto como sus curvas, su espalda era un desfiladero hasta un paraíso de praderas infinitas. En sus pechos, como dos manzanas, tan comibles y apetecibles como estas presididas por su perfecto cuello de cisne, su faz alargada, sus labios rojizos, aun sin carmín  gruesos, blandos, sus ojos, almendrados, imnotizantes, abismales, cautivaban a cualquiera, como dos zafiros, intensos, y de un inmenso azul como el océano  casi era tan intratable como el agua. Si hubieran esculpido el amor en marfil, habría salido ella, cuando su pelo recubría sus mejillas, como la noche, suelta melena alargada, lisa y negra que caía por sus pezones rosados haciéndola parecer más hermosa aun. No puedes escapar a ella, es imposible, es hermosa, es imparable, no perece, no cambia, la conoces, sabes que no la quieres, pero acabaras en sus brazos, tarde o temprano, como todos.

Angelo del Dolore

Vacía mente, cuerpo inerte, oídos que no escuchan, boca que calla, ojos que no ven, manos que no tocan, corazon que no siente, solitario espíritu de la noche indiferente, vagando libre y errante, por las calles de la vida, ángel del infierno de paseos en pena con el corazon roto y el alma llena, mirada negra y vacía que agoniza el auxilio de un ahogo infinito, el tiempo no araña sus paredes, las heridas no le duelen, mas de igual manera sufre entre las sombras encerrado en su miserable purgatorio. Estúpido aquel día que el destino jugó con su futuro que entre sabanas de seda descansaban sus latidos, para acabar entre la arena de la santa sacristía  no lloraran aquellos que no miraron sus pisadas, aquellos que le hicieron sangrar el corazon, derraman lagrimas aquellos que donde se cruzan los caminos bordaron en piedra el rostro de su triste alma. Angelo del dolor.

Demoné

En un cielo de belleza y de pasión  a mi pequeño demonio le arrancaron el corazón, le enterraron bajo piedras para en el infierno terminar, sufrió una la mas leve tortura cuando la dama de hierro le abrazaba con ternura, pensando en la muerte pasaba sus noches a oscuras, pensando en como es el sufrir sin dolor le partía su inexistente corazon, no vivía no amaba no sentía, en cierto modo ni siquiera era feliz, vacío  hueco, refugiándose en el sufrimiento  que le ofrecían las torturas, esa era su única manera de acercarse a algo parecido a tener alma, encerrado, entre barrotes, vio plumas arrastrar, seguirlas no pudo pues la sobra de un alma hecho a  volar. se sumía en soledad, abrazaba los tornillos de su cueva y jugaba con el rabo entre las cadenas, demonio de ángeles inhóspita condena, me condenaste a esta tortura sin sueños, sin deseos , tu mirada mi afrodita que me hizo esclavo de lo eterno.

Ídolo


Me he dado cuenta de que soy demasiado pequeña para desvivirme por alguien, creí que el amor era infinito, y todo termina alguna vez, a esta edad amenos sí. Así estamos, que nos parece que morimos cada vez que nos acordamos de esa persona, creemos que lo era todo, no podíamos vivir sin esa dosis de amor, pero no es así, nuestro instinto, o sentimientos de mucho cariño hacia alguien nos confunden, y llegamos a pensar que estamos enamorados, pero por mucho que nos empeñemos, decimos: si, si lo nuestro es eterno, jamas acabará. A veces dura, no os lo negaré pero en un fondo te quita la infancia, la verdad que estas cosas te ayudan a madurar por algo estarán, el dolor siempre te hace mas fuerte con el paso del tiempo.
Una persona está vacía hueca, es moldeable y lo que la empuja a ser como es son los golpes que les da la vida, después depende de como encajes los golpes, así te haces, yo creo que la mejor forma de aprender es caer y levantarse y saber que no debes volver hacerlo si lo haces, no importa lo importante es volver a levantar. Persigue lo que quieres, se quien tú quieras que nadie te diga que o quien tienes que ser, si lo haces mal de hay maduraras lo importante no es ganar sino intentarlo y no reprimirte solo por miedo a fracasar, el verdadero fracaso es no intentarlo, como dijo una vez Tomas Alba Eddison "No he descubierto como hacer una bombilla he descubierto 100 formas de como no se hace una bombilla" esto aplicado a la vida te enseña por donde no tienes que ir para ser lo que quieres recuerda que rectificar es de sabios, y si nunca lo intentas, jamas sabrás si eres capaz.Las personas que idolatramos lo han intentado lo han conseguido pero ¿tu crees que lo hubiesen conseguido si ni siquiera lo hubieran intentado? jamas los hubiera idolatrado nadie porque no habrían hecho nada por lo que fuesen dignos de admirar.
Y que esto sirva para que cuando os pregunten ¿y tú, que quieres ser de mayor? tu les respondas ¿yo? Mi propio ídolo.

Fecha original : Noviembre de 2011

Reflexión

En momentos así lo mejor es parar el reloj que nadie vuelva a saber de ti, guía tu vida tu camino, tus pasos, tu tiempo, labra con orgullo tu sendero y siembra tu destino. Recoge lo que plantaste así es, ley de vida tu sabes lo que haces, si, te equivocaras muchas veces, te equivocaras pero no te rindas nunca. Me queda tanto por aprender... tanto por sentir, tanto por tocar, saborear y vivir. se que no lo e vivido todo y que me queda por sufrir así que se que  mi vida no se acaba aquí esto sigue y yo con ello, para que hundirse, a caso sirve de algo a caso tiene algún sentido, nunca dejare de luchar por aquello que quiero por lo que un día este orgullosa daré, sin recibir nada a cambio hasta que un día crezca lo que he cultivado en medio del acaso, por eso intento dar amor, pero es duro cuando ya solo hay dolor dentro de ti solo necesitas que alguien te recoja te ayude te consuele que simplemente, este ahí hay gente que lo hace por momentos pero nada es suficiente. Asi que así solo me queda hundirme en mi propio mundo, vivo allí sola, confundida, busco compañía entre las cuerdas de una lira, me quema por dentro recibir golpes a cambio de flores, que al dar una rosa me lo paguen con espinas, dime razón de mi mente, donde estas, es que se a convertido el exterior, esa realidad que no alcanzo a comprender... me empiezo a dar cuenta de que esto es demasiado real para mi.

Irka

Un deber acompañado por un corazón rebelde, juega ameno con las mentes, la viva contradicción de una tormenta soleada, de los muertos vivientes, mi cálido sol congelado de medianoche. Un realismo irracional que se confunde por nuevos sitios y de nuevo, vuelve a tropezar. Ingenua, culpable, desprevenida, ella misma corta sus propias heridas, y vive de la sangre derramada por las mentiras, siembra la fruta ya madurada y recoje de la copa más alta lo que solo son semillas, disfruta el sentimiento de verlo todo reducido a cenizas, de saber que si llora su alma es porque hay algo más detrás de la evidencia, de que solo complementa a su cruel vivencia, quien sabe cual será su nuevo error, su nueva traición, juego de niños para almas podridas por los años, criaturas desde los latidos más profundos que aún siempre contigo  son capaces de hacerte daño. Veloz, cada rayo de luna, cada vez, más, y más veloz, salio un día y nunca volvió , se necesita, se desea, algo que la haga sentirse aun mas bella, ¿Poder? tal vez solo sea poder, ¿Miedo? Si tal vez solo sea eso...mas bien creo saber, que no has de temer lo surreal. ¿No crees? Solo es un trozo de tinta detrás del papel. Si, tal vez solo sea él.

Mi Mundo: Transformación


Caminando, asustada, decidida, descontrolada corrí sin echar la vista atrás, como un gavilán las alas, empuñaba mis dos espadas, destrozando cruelmente sin reparo toda vida, que se cruzaba ante mis ojos, el árbol más joven que agonizaba sufrimientos al ver derramada su sangre por el filo de mi espada, hasta la más vieja rana que murió con solo lanzarle una mirada. Mis ojos de un inmenso brillo y blanco puro como la misma luna, a esa mágica luz, que perecía hueso tallado habiendo sido colocado en las cuencas de mis ojos, mas no, era mi alma deseando escapar, destrozar al monstruo, mientras mi cuerpo mataba y destruía como una maquina, disfrutando al ver caer la sangre de los latidos inocentes, de aquel bosque maldito, yo...me sentía vacía, impotente intentando salir, escapar, arrancar las paredes de el alma de ese monstruo  si es que acaso  todavía la conservaba. Vi como martirizaba sin piedad, como algo podía tener tanta furia , tanta ira dentro, ahí en ese instante comprendí el por qué jamas se supo de sus estragos, a no ser que alguien se perdiese buscándola en el bosque, Irka, se había adueñado de mi cuerpo, tal vez, fuera una lúgubre y triste alma, un simple espectro negro  inamovible que bagaba solo por el bosque buscando algo de lo que alimentarse, una mera esperanza de vida de la que adueñarse y dejar solo, tristeza dolor y muerte, y, yo ahora comprendía su ira...no se como ni por qué, pero entendí su historia sin conocerla, ella acumula la ira de los hombres en su vida, y tiene que derramarla. A los mortales, solo basta con una pequeña controversia para poder hacer que desaparezca esa hercúlea cólera, ella, necesita notar como brota la sangre de una herida, sentir como recorre la vida en su espada.
Entonces, el aullido de un lobo resonó por las montañas, e inmediata mente  recuperé el control de mi cuerpo, estaba confusa, pero ala vez me sentía fuerte, todo aquello, toda esa sangre que antes me daría asco, tanta muerte sin sentido, ahora me resultaba, inesperadamente morbosa,  matar, un éxtasis divino, un placer de bestias, y sabia, por más que no se notara, que irka, seguía en mis entrañas, deseando volver a ser libre y resquebrajar los caminos de los pecadores, de los santos, de guerreros, de monarcas, de todo... Y por una vez en mi vida eso me pareció deleitable, la droga más pura, la sangre, escuchar las suplicas, los gritos, cada lamento con cada timbre con cada tono, cada maldición, la expresión diferente de cada ser al sentir la muerte clavada en su corazón y solo atrayendo al dolor.Todo esto por mero placer, y sabía que algo cambio, hasta mi indumentaria cambio, era mas dura mas fuerte, terriblemente mas temeraria, que hasta a mi me dio miedo al mirarme, cualquiera que me viese, sabría su destino.

Mi Mundo: Duble

Esperando me canse de esconderme sentada entre marchitos rosales, me canse de añorar tu ausencia, aborrecí el miedo a que me cambiasen sus dentelladas, estuve tan cerca y tan lejos de la propia muerte, me di cuenta al poco tiempo, que un temor como aquel no debía retraerme, que ya no volverá aquel sueño ingenuo, que debería cara a cara luchar con la bestia que yo misma cree, me colgué de la rama del árbol mas mustio, y arranque sus ramas podridas, me adentre mas en el bosque y arranque a tiras la piel de un ghlon nacido entre las hojas del otoño y me arme con aquella armadura de seda amargada, sellado con sangre en mi escudo llevaba finamente clavada del horror una estaca, en el pecho crujía como el partir de un hueso el frío aullar de un lobo hambriento, buscaba venganza en el corazón de quien sufro su existencia, ella me debía el llanto de un sueño suicida, me abrazo la locura, al alimentarme solo de ternura,ahora al probar la crueldad, mis ojos se mancharon con realidad, tiñeron de negro su azul despertar, movieron con furia mis piernas que hace días no se podían levantar. Busque, busque a la bestia entre cuerpos sin vida reencarnada en un latido, en un pétalo, en un gemido, pero a pesar de todo nada jamas la encontré, nada me paro, y una noche en aquel lugar llegué a comprobar que el tenebroso sol de aquel lugar descartado había salido por fin, y anunciaba entre sus sombras el destello de un agua mágica , lentamente me acerque para saciar mi sed, y cuando me pare, con un seco golpe en el reflejo de mi propio rostro me asuste, pues me di cuenta del porque jamas encontré a la bestia, porque, en el fondo por muy en soledad que me sentía en mi viaje, al final resultó que jamas estuve sola.

Mi Mundo: Perdida

En cada rincón, me pierdo, en cada abismo muero, en cada paso que doy pierdo la coordinación  lo se... pero, bendita ignorancia que me saca de lo absurdo,para no sufrir agonías de lo evidente.Siento como cada vez que respiro exhalo sangre, cada vez que lloro muero ahogada, solo dentro de mi misma consigo ser feliz...solo en mis adentros mi mundo me enamora, me fascina, me evade y tranquiliza, cada mañana cabo con una cuchara de plástico un túnel hasta la suela de tu zapato, cada noche busco a Irka que un día se perdió entre el bosque de azafrán pero jamas volvió, un día yo también me perdí me pareció verla me pareció escucharla, tengo miedo pero mi alma esta calmada, deje el camino a la mitad y con el tu corazon a años luz de distancia, ayúdame  perdida incomprendida, busco un olor que jamas olí, busco un destello en la mirada de un alma que jamas rocé. En mi perdida búsqueda  me alcanza la idea contradictoria de saber que me excita la piel, algo que jamas creí entender algo que nunca pensé que seria tan intenso, algo que me hiere y a la vez me endulza el alma, apoyo mi oído en los arboles intentando que me susurren tu voz, pero es tan única que ni los mas sabios la pueden deleitar, cada vez este bosque es mas inmenso y mas negro, era una reina, pero en el fondo una persona, una niña , un alma incomprendida y ahora sola, sola y fría sin calor que me avive, sin amor que me levante, sin ilusión  sola sin perder la esperanza de que él me encuentre antes de que ella, me encuentre a mi.

Mi Mundo: Nacimiento

Paseando por mi cabeza me encontré un pensamiento enredado entre las rejas de una alcantarilla, un pensamiento olvidado, una idea sin censura, algo disparatado que unía mi presente a mi pasado, sin sentido, inútil, distraído y contradictorio, pero muy peculiar. Lo guarde en un jarrón de cristal, de trozos de una muerta estrella blanca, soplado por la mano de una tuerta, muda y manca veneciana, cada vez que lo miraba sentía el deseo de hacer realidad lo primero que se me pasase por la mente, y asi lo hice, entre sus penas enterré la cordura, mi muerte dejo de ser la misma, mi vida dejo de estar tan cerca, dejo de existir el tiempo, dejo de existir el aire, iba caminando entre adrenalina, respiraba emociones, deseche del diccionario la palabra imposible, ande a gatas por la luna, me colgé en una estrella, y viví en el centro de la tierra, cree un túnel para encontrarnos en el centro, lance flechas desde el viento, probé la muerte y me gusto su dulce sabor salado, conocí  a una niña que guardaba un oscuro secreto entre zafiros, di a luz a una bestia que encerré en una urna de metal, de la cual escapo, viaje asta el mas profundo e inmenso mar de lava  nade entre los peces que lo habitaban, jugué a volar con alas rotas, aprendí a soñar sin tener que dormir, cante en silencio, me calle entre gritos de agonía  pinte en los arboles una cara de felicidad  y perdí la cordura, empece a ser yo empece a crearte a ti, mi incondicional compañero de viajes infinitos, todo es posible si corro entre tus piedras, flotar en tus aguas, y dejar que todo sea eterno, sentir cada noche, vivir cada día  una luna llena que inunde las mañanas, un sol negro que ilumine las noches, dormir en mi cuna, de sabanas negras, caer y caer al despertarme otra vez en mi sueño. Mi Mundo.

Bohemio.

Me sentaba en la ventana todos los días y miraba el sol, aquel sol resplandeciente y a las ramas de los arboles del color de sus ojos, cada día que pasaba, lo echaba mas de menos, se convirtió en esa parte de mi que le amaba, que amaba la vida, y que no sabia donde encontrarla, me cuesta tanto pensar en que jamas volveré a mirar su cuerpo en mi puerta, que mis noches desesperadas, pedían a gritos sus abrazos, esos abrazos que me daban la vida, y me devolvían el suspiro de ese viento que me besaba todas las noches antes de dormir,arropada por los escalofríos que me producían su presencia. Solo puedo decir que quiero volver a tenerle con migo, quiero volver a tener ese agua en mis manos, que se quede, que no desborde  que no deje grietas, que el manto del reflejo de la luna en sus ojos me acaricie todas las noches. que necesito sentir el espíritu de su vida en el seno de mis sueños.

Querido Ángel, allá donde estés:



Todas las noches miro a la luna, y me acuerdo de sus alas, de su vestido blanco manchado y rasgado, me acuerdo de aquella noche, esa noche en la que la luna como una cuna, mecía con ternura las estrellas. Cuentan, que hace tiempo, un ángel que vagaba sin rumbo escondido en la neblina de una callejuela de Londres, fue raptado y encarcelado en una minúscula habitación con una ventana de rejas, que se prometió a si mismo no llorar, y para ello desde que estuvo preso, marco una linea con una piedra por cada lágrima, y así pasaba sus días. Aquella noche de luna menguante, me desperté en una sala vacía, antigua, y sin salida al exterior visible , intentando encontrar una salida, vi una puerta e intente abrirla, cuando la abrí, vi una de las paredes casi blanca, otra llena de rallas, y una completamente vacía, esta última me llamo la atención, pues en la esquina inferior derecha, había una débil linea como un último suspiro, encorvada y tenue, casi imperceptible. Supe enseguida de que lugar se trataba, es normal pensar que la última pared estaría vacía porque tal vez dejó de llorar, o que tal vez escapó, esto último sería cierto si no fuese porque jamás salio de allí ,y esa pequeña linea fue la última gota de tristeza que sintió su corazón, su cuerpo dormido, yacía pálido y débil, arropado por unas alas blancas en medio de la minúscula cámara, entonces, como un hilo de viento, el cuerpo se arrastró hasta fuera de la sala, haciéndome alejarme un par de pasos, el cuerpo se poso fuera y las plumas de sus alas empezaron a brillar, volaron como el polvo por encima de mi cabeza, y salieron por las rejas, y transformadas en un ejercito de mariposas blancas, subieron al cielo hasta tocar la luna y llenaron con su brillo el hueco de la cuna dejando perdurar en el cielo un inmenso y blanco plenilunio, lo contemple hasta que la puerta se cerró. Todavía, contemplo desde aquella noche esa luna llena, pero aún así, me cuesta divisarla a través de los barrotes.

Siempre tuya, Neira.

Ruego.


Dime, amada y triste Selene,tu  que desde lo divino, con tus ojos observas a los mortales, dime, ¿por qué me lo arrebatas?, por qué borras de mis brazos la tinta que dejaban sus manos, porque mis besos, para él, ya son solo los restos de una sombra que un día persiguió, por qué me abandona.

Desde debajo de este olivo, mientras rozo con las yemas de mis dedos las ramas, intentando hacerme creer que son su piel, aquí sentada voy notando la arena caer sobre el cristal, noto el frío del invierno, el quemar del sol de verano, como me susurra el viento en otoño... pero sigo sin sentir el amor de la primavera, ¡¿por qué?! ¿por qué me has arrancado el corazón de esta manera? ¿ porque ya no siento ? ...Ya no puedo sentirlo, no puedo oírlo...¡No puedo oírlo latir! No puedo notar esa sensación, ya no tengo esperanzas. Saber que cuando los zafiros fríos de claudia se claven como una daga en mi pecho, estaré sola me descompone, solo esa simple idea me mata por dentro como un parásito desgarrando cada uno de mis sentidos. Él ya abra encontrado en la puerta de un alma su sitio, y esa llama que encendí un día en su pecho, se quedara sofocada bajo el calor de una hoguera en unos ojos que no serán los mios.

Sé, qué en carne yo podría, arrebatarle sus sabanas hasta que yacieran dormidos en la eternidad su cuerpo y el mio, y que cautivaría, sus pensamientos más profundos con una mirada, aún así se que cupido me es esquivo, y que me engaña, me traiciona, me olvida...

Ya solo soy una sombra de una sombra, una brizna de arena en el inmenso desierto, una noche más en esta inmensa oscuridad, un cristal que se rompe en miles de pedazos hasta convertirse en invisible polvo en el aire, ya no soy nada, solo otra rama, otra rama y nada más.