Saber solamente sentir, es ignorar el mundo.

viernes, 31 de enero de 2014

Vacio.

Escribir me sabe a poco, llorar me sabe a poco, todo me sabe a poco desde que ya no sé si sé sentir. Tan vacía que ya no puedo describir y mis musas en sus manos en su lecho han de morir. No me deja percibir, y la cordura como uno de mis más viles fantasmas acosa el placido descanso de mi alma que yace serena y brillante sobre las aguas, arrastrándola hacia el fondo del abismo, la consume, la quema y la devuelve a ser una pieza más del gran puzzle de la realidad, mientras ella, busca en lo poco que su mente acoge del mundo un ápice de luz un destello en la penumbra que la saque de esta cruz que la ayude a sentir, que la bese el alma y la despierte, para dormirle en su cuna de marfil, y caer y caer, al despertarse, volver a nacer.

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